La copa menstrual es un adminículo de algún material plástico, latex, silicona, etc. que se pliega sobre sí misma y se coloca en la cavidad vaginal con el fin de contener la menstruación.

Después de cada uso, se vacía, se enjuaga o se seca con papel higiénico y se coloca de nuevo.

Viene en diferentes tamaños, para adaptarse a los genitales de cada usuaria. El tamaño depende también de la cantidad menstrual de cada paciente y la única forma de establecer cuál será el indicado es probando...

Yendo a lo práctico: muchas recomiendan medir el largo del tracto vaginal introduciendo el dedo índice y así saber si el cuello es bajo o alto y poder elegir el talle y la marca. Las copas de un talle a otro varían en su largo más que en su circunferencia, por lo que el dato es útil. Todas vienen con un cabito que se puede cortar con tijera y alisar la silicona con una lima de uñas nueva, y así adaptarla aún más. Finalmente se puede dar vuelta completamente (depende del diseño de la copa) y acortarla aún más de ser necesario

Desde el punto de vista médico, debe utilizarse con los mismos cuidados que los tampones, en cuanto al recambio y la higiene, que en general se sugieren recambiar cada 6 a 8 horas, así como mantener libre la vagina unas 8 horas por día.

El tiempo máximo de uso hasta sacarla y vaciar la depende mucho del flujo de cada una y del tamaño de la copa, pero tolera hasta 12 horas como máximo sin generar olores ni fugas. "De hecho lo que más me sorprendió fue que el flujo menstrual es prácticamente inodoro. Se ve que al no estar en contacto con el aire ni con fibras orgánicas como el algodón de tampones y apósitos tarda más en comenzar a descomponerse, por eso parece más higiénica que las otras opciones." dice mi paciente Mariana, usuaria de la compita, quien me ayudó con la nota.

El uso de copas menstruales no contamina el ambiente con materiales no biodegradables,  siendo su duración, posibilidad de reutilización lo que tiene un mejor impacto ecológico. 

Finalmente, demanda paciencia y práctica adaptarse, y es más probable que una mujer que usa tampones o incluso métodos anticonceptivos como el diafragma, la esponja o el anillo, se adapte mejor que una mujer que no está familiarizada con su vagina. Hay que colocarla muchas veces hasta que una aprende a hacerlo bien y puede ser frustrante al principio pero... Después es un viaje de ida! según la opinión de usuarias del método!