Entre los anticonceptivos hormonales se encuentran además de las conocidas pastillas; los parches, el anillo vaginal y los inyectables, que tienen en su composición estrógeno (sintéticos o naturales) y progesterona o derivados.

La efectividad de estos productos es muy alta y con un uso adecuado (no olvidar de tomar los comprimidos) se acerca al 100%.

Todos los medicamentos (aunque sean de venta libre) tienen contraindicaciones (que deberá descartar el médico) y efectos adversos, que deben ser monitoreados y evaluados por el ginecólogo ya que algunos, de aparecer, indicarán abandonar el uso de la medicación.

Todos los medicamentos anticonceptivos hormonales "fabrican" un ciclo menstrual en el cual no se produce la ovulación (efecto anticonceptivo=si no hay óvulo no puede producirse embarazo) y se "forma" una cantidad y calidad menstrual que determina la dosis que se incorpora, que en general es menor en cantidad y de menos días de duración. Por esto es que la menstruación, en general disminuye y es menos dolorosa y tampoco se produce el dolor ovulatorio ni los cambios de humor o tensión premenstrual, que resultan tan molestos.

Para que todo esto ocurra, (así como la efectividad anticonceptiva) los tratamientos se inician el primer día del ciclo menstrual, que es el primer día de sangrado vagina rojo.

Deben tomarse en un mismo horario durante 21 o 24 comprimidos, según sean los preparados, seguidos de placebo, hasta completar un ciclo "artificial" parecido al ciclo normal de 28 días, o mantenerse colocados en caso de ser parches o anillo por 21 días. 

En algunos casos, algunas combinaciones de hormonas, mejoran el acné, el aumento de bello (hirsutismo), la seborrea. Algunas también mejoran la retención de líquidos...estos beneficios deben ser evaluados por el médico al momento de elegir el anticonceptivo más adecuado a cada paciente.